¿Qué hace la Iglesia en los lugares de origen de la migración?

Jordi Balsellsdirector de la Delegación Diocesana de Migraciones en Senegal, lidera un equipo multidisciplinar dedicado a abordar las necesidades de las personas en situación de movilidad desde su origen, Senegal. "Nos centramos en tres ámbitos principales: sensibilización, acompañamiento y formación", explica Balsells, quien también desempeña un papel clave en la coordinación con administraciones, organizaciones no gubernamentales e instituciones financiadoras.

Uno de los pilares de la Delegación es el acompañamiento psicosocial, especialmente dirigido a mujeres que han perdido a familiares durante la migración. “Trabajamos con madres y hermanas de personas desaparecidas o muertas en el Atlántico o en el desierto. Son víctimas invisibilizadas de esa realidad”, detalla. El equipo de psicólogas organiza sesiones grupales en las que se combina el apoyo emocional con una fuerte dimensión espiritual. Recientemente también han empezado a trabajar con los hijos de estas mujeres a través de cuentos y juegos para que puedan expresar su dolor.

Además, a partir del último año, gracias al apoyo de Manos Unidas, el equipo se desplaza a las zonas de emergencia de la migración, donde han naufragado embarcaciones, para acompañar a los supervivientes y familiares de las víctimas, aportándoles el acompañamiento psicosocial in situ, kits alimentarios y la financiación para la repatriación del cuerpo de las víctimas.

Para hacer frente a las duras condiciones socioeconómicas, la Delegación ha impulsado un proyecto de emprendimiento femenino. "El año pasado empezamos con un grupo piloto de 15 mujeres, y este año ya son más de 100", afirma Balsells, destacando los resultados positivos. El objetivo es dar soporte técnico y herramientas de gestión financiera y marketing para que estas mujeres, que a menudo trabajan en actividades informales, puedan consolidar sus ingresos.

Muchas mujeres son a la vez víctimas de la migración irregular. De un día para otro los hombres generadores de ingresos de la familia se van y no vuelven y ellas deben asumir la totalidad de la gestión familiar y económica.

La relación entre hombres y mujeres en Senegal en general, y en Mbour en particular, se fundamenta en una división clara de roles. "Tradicionalmente, las mujeres tienden a centrarse más en las tareas domésticas, aunque es cierto que la gran mayoría lo complementan con pequeñas y precarias actividades productivas", explica Balsells.

Aun así, la situación está cambiando y la independencia económica es cada vez más un derecho exigido por las mujeres que poco a poco encuentran los medios para ejercerlo, “aunque sólo sea para diversificar los ingresos del hogar, una forma de compensar la precaria situación económica de sus maridos que, en este contexto, y hablando mayoritariamente de una región de pescadores y agricultores, afronta los efectos severos del cambio climático y de la escasez de pez”. Todo esto viene dado por la sobreexplotación provocada por los acuerdos de pesca con Europa y Asia, y la pérdida de biodiversidad que se traduce en una reducción drástica de los ingresos, provocando al mismo tiempo un importante éxodo migratorio.

El proyecto contribuye a diversificar la economía local, reduciendo la dependencia de la pesca y el turismo a la vez que favorece la creación de puestos de trabajo con perspectiva de género. "El resultado directo es el aumento de los ingresos de las mujeres emprendedoras y que éste tenga un efecto multiplicador en la economía local, ya que las mujeres revierten sus ingresos a sus familias y comunidades", describe el director. Y, añade, “otro resultado es la autoestima y la confianza de las mujeres, así como la capacidad para tomar decisiones y liderar sus propios proyectos. El empoderamiento económico de las mujeres les da más voz y participación en la toma de decisiones en sus familias y comunidades y en el campo empresarial”.

La sensibilización también es una parte esencial de su labor. Mediante talleres y materiales pedagógicos, como son imágenes de fotoperiodismo que muestran las situaciones adversas de la migración, una audio-revista con testimonios llamada "Las voces de la migración" o un juego de mesa que recrea el peligroso camino de la migración irregular, la Delegación trabaja para que los jóvenes tomen decisiones informadas. "Los testimonios de personas que han migrado o han vuelto son claves para hacer entender las dificultades reales del proceso", señala Balsells.

Otro reto es transformar los discursos que fomentan el odio y la desinformación sobre la migración. "Trabajamos desde el origen, escuchando y analizando las aspiraciones de los jóvenes, y publicamos informes para sensibilizar a la sociedad", explica el director. Este trabajo en red con otras instituciones es fundamental para promover una comprensión más profunda de las causas de la migración.

A pesar de las dificultades, existe esperanza en el plan Senegal 2050, que busca fomentar inversiones en sectores estratégicos y renegociar acuerdos heredados de la época colonial. "El país tiene recursos naturales como petróleo, oro y pesca, pero es esencial que los beneficios lleguen a toda la población", remarca Balsells, quien considera que ésta es una vía clave para evitar que los jóvenes tengan que migrar.

"La transformación pasa por escuchar, analizar y comunicar mejor", concluye Jordi Balsells. Con un trabajo constante y un enfoque humano, la Delegación Diocesana de Migraciones de Senegal es una institución referente para aquellos que viven las realidades más duras de la migración.

Por Lucía Montobbio. Publicado en Religión Digital

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