Al banquete de la Eucaristía, "invita a cojos y lisiados"

Espero que este sea ese extraño post sobre arquitectura eclesiástica que pueda ser bien recibido por católicos y otros cristianos de toda corriente y sensibilidad.

Un artículo que apareció en el National Catholic Reporter la semana pasada, "Católicos con discapacidad alaban el ejemplo del papa al utilizar públicamente una silla de ruedas", de Aleja


Hertzler- Mc Cain, dio voz a varios católicos con discapacidad que expresaron su apreciación por la voluntad del papa Francisco de aparecer en público utilizando una silla de ruedas. Por ejemplo, Erin Murphy de Massachussets comentó "Es tan valioso tener cuerpos discapacitados ahí porque hay mucho poder en ver a personas que son como tú y saber que puedes ser un líder en la Iglesia y que puedes ser parte integral de la Iglesia". 

El artículo a continuación explica que Murphy y otros usuarios católicos de sillas de ruedas a menudo se encuentran con templos católicos que no son accesibles. Como ella le dijo al Reporter, "incluso participar en la misa en muchas iglesias, que a menudo no tienen espacios entre los bancos para permitir el acceso de usuarios de sillas de ruedas, te hace sentir aislada porque te tienes que situar en un extremo de la iglesia. Es evidente que no estoy sentada unida con el resto del Cuerpo de Cristo y eso verdaderamente me molesta".

El detalle que mencionó -"espacios entre los bancos para los usuarios de sillas de ruedas"- me llamó la atención porque es una adaptación muy sencilla que creo que debería ser priorizada en los proyectos de renovación y diseño de iglesias.

Mi familia y yo tenemos la suerte de pertenecer a una parroquia muy diversa, no solo con personas de diferentes culturas y modos de vida, sino también con un gran número de fieles con discapacidad, incluidos aquellos que viven en un cercano complejo de apartamentos especiales para adultos con discapacidad. Personas con todos los niveles y grados de capacidad y de discapacidad son activos en nuestra comunidad eclesial y en sus ministerios. Sirven a nuestra comunidad como lectores, miembros del coro, cantores, monaguillos, caballeros de Colón, ministros de San Esteban y otras formas de participación.

Una de las primeras cosas que mi anterior pastor hizo cuando remodeló nuestra iglesia fue añadir pases o espacios para sillas de ruedas, no solo en las primeras filas, sino a medio camino a ambos lados (podéis verlo en la imagen).


Nuestro sacerdote estaba respondiendo a una preocupación frecuentemente expresada por los fieles que utilizan sillas de ruedas. Muchos de ellos, habiendo quedado relegados a la primera o a la última fila -o, peor todavía, al pasillo- se sentían como si estuviesen "en exposición". Encontrarse en los extremos exteriores de la asamblea puede hacer a alguien sentirse como si no estuviese plenamente integrado en la comunidad. A veces, cuando esas personas con discapacidad tienen que situarse delante de todo o en el pasillo, puede parecerles que todo el mundo les está mirando.


Con instalaciones como estas (y ahora utilizo imágenes obtenidas de internet), los usuarios de sillas de ruedas están más integrados en la asamblea, pueden sentarse con sus familiares y amigos y no tienen que preocuparse por bloquear a otros o porque alguien les mire. Como todos sabemos, muchos católicos no son, ni deben ser si hacen caso al Maestro, personas a las que les encante exhibir su religiosidad, y eso incluye a las personas con discapacidad. 

Tal vez, esto sea conocimiento común o noticias antiguas para todos los que estén leyendo. Hablando por mí, sin embargo, nunca había pensado en ello hasta que mi pastor lo hizo.

Mi intención al escribir esto es que si sucediera que lo leyese algún pastor (o simplemente miembros de una iglesia que esté siendo construida o renovada), lo tuviese en mente. Esto es definitivamente algo por lo que muchos miembros de la Iglesia con discapacidad estarían muy agradecidos.

Tres notas rápidas para concluir:

1.- Los espacios en o entre los bancos no tienen porque ser disruptivos desde una perspectiva arquitectónica o de diseño. Mi pastor decidió hacerlos justo en el centro de la nave, de manera que forman una cruz, integrándose en el diseño del templo.

2.- Un recordatorio importante: si tu iglesia tiene esos espacios, son para las personas con discapacidad. No son el lugar para poner mesas petitorias o colocar publicaciones o adornos. Por favor.

3.- Un grupo pequeño pero muy expresivo de lectores creen que los bancos son un mueble modernista/ protestante/ no acogedor, que no debería estar en una iglesia. Soy consciente de vuestra perspectiva, pero este artículo se dirige a las parroquias cuyos templos tienen bancos. Gracias por vuestra lectura, de todas formas.

Por Mike Lewis. Traducido de "Where Peter Is"


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