El trigo y la cizaña crecen juntos

Del 18 al 22 de octubre, la Conferencia del Episcopado Mexicano ha organizado y convocado a un Congreso Virtual sobre el papel de la Iglesia Católica durante sus cincos siglos de presencia en el Continente Americano, desde la Conquista y sus periodos subsecuentes. 

En la inauguración de éste evento estuvieron presentes Monseñor Franco Coppola, Nuncio Apostólico en México y  Monseñor Rogelio Rivera Cabrera quien es Arzobispo de Monterrey y actual Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

En el marco de la conmemoración de los  200 años de la consumación de la independencia de


México
, la Conferencia del Episcopado Mexicano a través del Departamento de Historia y Arte, consideró pertinente organizar un espacio de reflexión histórica convocando a diversos investigadores para que dieran cuenta de las nuevas interpretaciones, análisis y reflexiones en torno a la conquista de México-Tenochtitlán en 1521 y la declaración de la Independencia de México en 1821, que han sido dos de los acontecimientos más importantes de la historia de México.  Ambos sucesos -reiteran los organizadores- son hitos fundamentales y significativos de nuestra narrativa, memoria e identidad histórica; constituyen coyunturas esenciales que explican el devenir de México: primero, como el virreinato del católico imperio español y segundo, como nación independiente. 

En su mensaje de inauguración Monseñor Rogelio Cabrera agradeció a quienes conducirán estas reflexiones y enfatizó en mirarlo como una ocasión de escucha para mirar con esperanza el presente y el futuro de México. Resaltó dos grandes aspectos de éste Congreso, el primero referido de carácter tipológico al descubrir los paradigmas algunos ya perennes y algunos necesarios y permanentes, "algunos que no deberán volver a repetirse y otros que son válidos porque a lo largo de los siglos han demostrado su permanencia y su validez".

En el segundo rescatar el valor de la historia en su carácter exhortativo, ejemplar y de enseñanza.

El Arzobispo Cabrera, recordó la reciente carta enviada por el Papa Francisco al pueblo de México, con motivo de los 200 años de celebración de la consumación de la  Independencia, en donde reflexiona sobre la historia que tiene luces y tiene sombras. "No hay solo puros ni solo contaminados"

Al referirse a las posibles lecturas de la historia, Monseñor Rogelio Cabrera expresa "esta historia en la que crecen juntos el trigo y la cizaña, en los que hay luces, sombras, negros, blancos pero que siempre hay estos grises naturales propios de la historia, no sólo de la iglesia sino de la humanidad, con este espíritu sobre todo propositivo porque mirar la  historia es mirar hacia delante. El pasado, presente y futuro son una sola realidad, no hay un paseo a un pasado meramente de museo, para admirar o para tener presente, sino raíces que van floreciendo, que van apareciendo en el presente y en el futuro. Yo los animo a mirar con esperanza el presente y el futuro de nuestra Iglesia  que está siempre llamada a convertirse. Es decir, a mirar con amor su pasado y mantenernos en la medida de lo posible con una interpretación lo más apegada posible a los cánones históricos."

Para concluir, enfatizó sobre lo riesgoso de las generalizaciones así como la fragmentación histórica, por lo que considera necesario eliminar las miradas farisaicas que sólo pueden mirar en blanco y negro. Por ello, reconoció el agrado de los obispos de México de la celebración de éste Congreso, que permitirá recibir luces para mirar los claroscuros de la historia de estos cinco siglos de presencia de la Iglesia en México, de la mano de expertos y expertas en el área de la historia.

Por Jimena Hernández. Publicado en Religión Digital

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