María une al mundo para enaltecer a los humildes y derribar a los poderosos

Lil Nas X, Bad Bunny y Princess Nokia trabajan su espiritualidad en su música, pero no es probable que pienses en ellos como virginales. Sin embargo, están ayudando a expandir una moda por María, la madre de Jesús, vistiendo llamativos abrigos de diseño de Brenda Equihua hechos de San Marcos: mantas que se encuentran en muchas casas de latinos y que habitualmente representan a la Virgen de Guadalupe.

Para Equihua, el atractivo de María es parcialmente sentimental. De orígenes mexicanos y estadounidenses, Equihua identifica a la Virgen de Guadalupe con el hogar. Pero hay algo más profundo que la mera nostalgia en sus diseños. "Mostrar a María en una pieza de moda es algo inesperado", explica. "Creo que lo que está guay es llevar algo fuera de su contexto".


Los personajes religiosos son a menudo objeto de apropiación fuera de los recintos sagrados, demasiadas veces de formas escandalosas, pero la descontextualización de la Madre, María, se ha multiplicado en los últimos tiempos. Siempre presente en las medallas devocionales portadas por los católicos, María es tan central a la espiritualidad católica que el papa Francisco tuvo que rechazar, a principios de este año, la propuesta de que la madre de Jesús fuese llamada "co-rredentora": Las camisetas con la leyenda "María salva" no podrán comprarse en la tienda de regalos de San Pedro.

Pero si los católicos han de conformarse con su lugar "como Madre, no como diosa", en palabras del papa, María se ha convertido en un icono para una generación más joven de personas de todas las fes y sin fe alguna que han puesto la justicia social en el centro de sus esperanzas de un mundo mejor.

Ella es tratada como un faro feminista, con su rostro apareciendo entre los de Frida Kahlo, Juana de Arco y Ruth Bader Gingsburg. María le da credibilidad a los pedales de guitarra de alta gama creados por mujeres fabricantes de instrumentos y aparece cada vez con mayor frecuencia en Etsy. Su historia es contada de nuevo en el arte contemporáneo provocador y en las tesis de los académicos estelares.

Pero, por muy trending topic que sea, lo que hace de María una figura popular hoy es lo mismo que la ha hecho atractiva durante 2.000 años: junto a todas sus conexiones con el poder divino, ella tiene mucho en común con aquellos que a menudo son despreciados.

Ben Wildflower es cartero de día y artista en sus horas libres. En 2017 hizo una figura de madera que


mostraba a María, con el puño cerrado sobre su cabeza, los pies descansando sobre una calavera y una serpiente (la primera es un motivo habitualmente asociado a la discípula de Jesús, María Magdalena, mientras que la última está en línea con las representaciones tradicionales del triunfo de María, Madre de Jesús, sobre el pecado original). En un círculo alrededor de la imagen de Wildflower se encuentran las palabras "Colma a los hambrientos. Derriba a los poderosos. Enaltece a los humildes. A los ricos los despide vacíos". Cuando la subió a Instagram, se hizo viral.

Algunos críticos dijeron que el mensaje de la pieza de madera era "anticristiano", porque "Dios ama a todos". Sin embargo, las provocativas palabras están extraídas directamente del Magnificat, la versión del evangelio de Lucas de un canto atribuido a María, que desde los primeros tiempos cristianos fue visto como tan revolucionario que su lectura pública estuvo prohibida en el pasado.

Wildflower, el hijo de unos misioneros cristianos evangélicos, ahora asistente a una iglesia anglicana, está comprometido con una vida en solidaridad con los pobres y ha sido descrito como un "cristiano anarquista". Se encuentra profundamente ligado a la Madre de Jesús y dice que le gusta mucho la visión de María de las jerarquías puestas del revés.

Los no cristianos, dice, a menudo se interesan por su trabajo sobre María como una forma de "buscar la parte femenina de la divinidad" a través de una especie de "espiritualidad hazlo-tú-mismo". Más pruebas de que esta aproximación existen se encuentran en sitios como Etsy, ese mercado virtual a medio camino entre lo hippy y lo hipster, donde se venden cartas del tarot de la Madre María y altares con cristales con imágenes de María para "recargar la energía reiki".

"A veces me doy cuenta de que he tenido una fuerte subida de seguidores en Instagram, intento averiguar qué ha sucedido y resulta que me ha recomendado alguna cuenta de brujería o de hierbas", añade Wildflower.

Pero para Wildflower, María es el puente hacia un cristianismo muy distinto al evangélico de su niñez. "Para muchas personas que fueron educadas en la cultura evangélica blanca, los representantes de Dios a lo largo de nuestras vidas no han sido las mejores personas", explica Wildflower, "pero las representaciones de María sencillamente han estado ausentes. Así que no es difícil identificarse con ella como alguien que dice: "Es nuestro trabajo traer a Dios al mundo". Hay algo creíble ahí porque no hay ninguna mochila".


Para comprender la clase de mochila que Wildflower está intentando dejar atrás, no hay que mirar sino a otra ilustración de Wildflower que muestra a María disparando llamas desde sus manos contra banderas nazis y confederadas, imagen rodeada por las palabras: "Oh, María, concebida sin supremacismos blancos, reza por nosotros que intentamos desmantelar esta mierda".

La escritora católica y profesora de la Universidad de Berkeley Kaya Oakes no está sorprendida por la nueva atención prestada a María, afirmando que su atracción tiende a crecer cuando los tiempos son duros. "María representa ese lado de Dios que te alimenta y que permanecerá contigo cuando algo te duele", dice Oakes. Estamos saliendo de esta fase realmente verdaderamente traumática de la historia mundial que ha sido la pandemia y las personas necesitan imágenes de Dios que estén más en consonancia con el carácter compasivo del Divino".

De María tradicionalmente nos acordamos cuando más la necesitamos. Durante años, se ha informado de apariciones de la Virgen de Guadalupe que distraían a los guardias fronterizos, ayudando a los inmigrantes indocumentados a cruzar la frontera de los Estados Unidos. De igual forma, la cultura tiende a poner a María en el centro del conflicto. Después de que Mike Brown fuese tiroteado en Ferguson, Missouri, en 2014, "Nuestra Señora de Ferguson", de Mark Doox, la mostró como una mujer negra con su vientre, y el niño Jesús en el centro, en el punto de mira de una pistola. "María consoladora de los afligidos", de Kehinde Wiley, una de las vidrieras del artista, reinterpreta la Piedad


como un hombre negro sosteniendo a un niño muerto. El año pasado, el icono de Kelly Latimore recordó a George Floyd mostrando a María sosteniendo un Jesús roto.

Amey Victoria Adkins- Jones, profesora asistente del Departamento de Teología de la Universidad de Boston cuyo trabajo se centra en la mariología, dice que estos artistas están desarrollando una larga tradición de "madonnas" negras. Aunque Adkins-Jones fue educada como baptista del sur en un contexto en el que María recibía escasa atención, su experiencia con la virgen negra le ayudó a convencerse de que la madre de Jesús es una fuente infrautilizada para acoger las preocupaciones de las mujeres negras en la teología cristiana.

"Estas imágenes capturan el legado de luto que procede de la injusticia", dice Adkins-Jones. "Tal vez María sea una figura que merezca conservarse en la memoria porque Jesús es una persona que muere injustamente a las manos del Estado... La lucha por la justicia siempre ha estado en diálogo con la representación artística".

Adkins-Jones también ve que María invita a cuestionamientos teológicos sobre el género. Como mujer joven y pobre que da a luz en una tierra ocupada, la María histórica experimentó el tipo de precariedad que no puede desconectarse de su feminidad, dice Adkins- Jones. Contemplar a María invita a una nueva forma de curiosidad intelectual y de reflexión espiritual sobre el papel de las mujeres en el mundo.

Sobre el aparentemente renovado interés por María, Adkins-Jones afirma que una parte de él no es en realidad nada nuevo, sino una tradición continua, ayudada ahora por plataformas como Instagram que permiten nuevas formas de "diálogo visual".

Pero, según el profesor asociado de Historia del Arte de la Universidad de Wheaton Matthew Milliner, sí hay un cambio en marcha. Cuando comenzó a dar clases, desde la perspectiva de su disciplina, sobre María, en Wheaton poco después de su llegada en 2011, le sorprendió ver el interés sostenido y consistente en el curso por unos estudiantes mayoritariamente protestantes.

"El interés protestante por María está creciendo continuamente", afirma. "Pero, afortunadamente, también está creciendo en círculos católicos." Es fácil olvidar, según Milliner, que después del Concilio Vaticano Segundo la atención a María descendió dramáticamente incluso en círculos católicos, un asunto explorado en el libro de Charlene Spretnak en 2004, "Echando de menos a María".

La cultura de masas tal vez se mueva rápido hacia otra moda, pero Milliner cree que los cristianos deberían quedarse con María cerca, sin temer que ese amor por la Madre de Dios pueda amenazar su amor por Jesús.

"El amor a María es un desarrollo natural del amor a Cristo", dice. "No compiten, de la misma forma que el aprecio por mis suegros no compite con el amor a mi mujer. El amor por mi mujer me llevó a conocer y me lleva a apreciar a sus padres".

Por Whitney Bauck. Traducido de America Magazine

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