Que el espíritu de perdón de Cristo prevalezca

Con la mayor emoción acabo de enterarme de la tragedia que golpeó a la comunidad cristiana de los Alpes Marítimos esta mañana. Y una vez más la ciudad de Niza.

Mientras escribo estas líneas, parece que tres personas han sido víctimas de un abominable acto de terrorismo dentro de los muros de la Basílica de Notre-Dame y sus alrededores, unos días después del salvaje asesinato del profesor Samuel Paty.

Sólo unas semanas después del devastador paso de la tormenta Alex, mi emoción sólo puede ser fuerte después de esta nueva tragedia que aflige a nuestra Diócesis.

Mi tristeza es infinita como ser humano frente a lo que otros supuestos seres humanos pueden cometer.

En este momento, todas las iglesias de Niza están cerradas hasta nuevo aviso y puestas bajo protección policial.

Todas mis oraciones van a las víctimas, a sus familiares, a la policía en la primera línea de esta tragedia, a los sacerdotes y fieles que han sido heridos en su fe y esperanza.

Que el espíritu de perdón de Cristo prevalezca ante estos actos de barbarie.

André Marceau, obispo de Niza

Los asesinatos perpetrados esta mañana en Niza en la Basílica de Notre-Dame sumergen a la Conferencia de Obispos de Francia en una inmensa tristeza. Nuestros pensamientos y oraciones están con las víctimas, los heridos, sus familias y seres queridos. Fue porque estaban en la Basílica que estas personas fueron agredidas, asesinadas. Representaban un símbolo para ser destruido.

Estos asesinatos nos recuerdan el martirio del padre Jacques Hamel. A través de estos horribles actos, todo nuestro país se ve afectado. Este terrorismo tiene como objetivo infundir pánico en toda nuestra sociedad. Es urgente que se detenga esta gangrena como es urgente encontrar la hermandad indispensable que nos mantendrá a todos en pie frente a estas amenazas.

A pesar del dolor que se apodera de ellos, los católicos se niegan a ceder al miedo y, con toda la nación, quieren hacer frente a esta amenaza ciega y traicionera.

Siempre que sea posible, las campanas, con toque de muerte, de las iglesias de Francia sonará hoy a las 3 p.m. Se invitará a los católicos a una oración por las víctimas.

Comunicado de la Conferencia Episcopal de Francia