Se acerca el tiempo de la Creación (I): fundamento, sentido e historia

Agosto está casi terminado. Septiembre está casi aquí. Y para más y más cristianos, el cambio de mes también marca la llegada del tiempo de la Creación.

¿Qué es el tiempo de la Creación?


El tiempo de la Creación es una observancia de oración de más de un mes de duración que llama a los 2.200 millones de cristianos del planeta a rezar y cuidar de la creación de Dios. Es un tiempo para reflexionar sobre nuestra relación con el medioambiente -no solo con una naturaleza "distante", sino, crucialmente, con el lugar en el que vivimos- y sobre las maneras en las que nuestros estilos de vida y nuestras decisiones como sociedad pueden amenazar tanto al mundo natural como a los que viven en él, tanto humanos como otras criaturas.

El comité ecuménico que planifica y promueve este tiempo cada año lo afirma así:

El tiempo de la Creación es un tiempo para renovar nuestra relación con nuestro Creador y con toda la Creación por medio de la celebración, la conversión y el compromiso juntos. Durante el tiempo de la Creación, nos unimos a nuestros hermanos y hermanas en la familia ecuménica en la oración y en la acción por nuestra casa común.

Es un tiempo de oración, de contemplación y, cada vez más, de llamada a la acción.

El tiempo de la creación está organizado por gran cantidad de organizaciones principales cristianas, como el Consejo Mundial de las Iglesias, Christian Aid, la Federación Luterana Mundial, la Red Ambiental de la Comunión Anglicana, el Movimiento Católico Global por el Clima y el Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral del Vaticano. Cada uno de los anteriores se sienta en el Comité de preparación del tiempo de la creación.

¿Cuándo es este tiempo?

El tiempo de la creación se extiende durante 34 días.

Comienza el uno de septiembre, el Día Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación. Finaliza el cuatro de octubre, festividad de San Francisco de Asís, el santo patrón de la ecología.

El tiempo coincide con el de la cosecha -un tiempo en el que el estado de la Tierra puede ser crucial para muchas personas-.

¿Desde cuándo se lleva celebrando el tiempo de la Creación?

Los cristianos ortodoxos llevan décadas marcando este tiempo en su calendario. Comenzó en 1989, cuando el Patriarca Ecuménico Dimitrios I proclamó el uno de septiembre como día de oración por el medio ambiente. Este día marca el comienzo del año eclesiástico ortodoxo.

En aquel momento, la atención por el medioambiente se estaba incrementando en todo el mundo. Dos años antes, la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo había publicado su informe "Nuestro futuro común", desde el que se desarrolló la Carta de la Tierra -una declaración que marca los principios éticos para el desarrollo sostenible en todo el mundo-. Esta Carta fue un elemento central de atención en la Cumbre de la Tierra de 1992 de Río de Janeiro, en la que se acordó el Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. En 2015, las negociaciones procedentes de este proceso produjeron el Acuerdo de París, que diseña un plan global para limitar el ascenso de temperatura en el planeta.

Con el tiempo, aquel día único de oración se expandió a todo un tiempo, con el Consejo Mundial de la Oración desarrollando un papel líder. Una de las primeras celebraciones organizadas de este tiempo se celebró en el 2000 en una iglesia luterana de Adelaida, Australia. En 2003, la Iglesia Católica en Filipinas comenzó a pedir a los católicos que observasen el tiempo de la Creación.

Más recientemente, el tiempo de la Creación se ha convertido en una celebración más ecuménica entre todos los cristianos. Y en los últimos años ha ido cogiendo fuerza entre los católicos. Eso se lo debemos al papa Francisco.

Solo meses después de publicar su encíclica de 2015, "Laudato Si, sobre el cuidado de nuestra casa común", el papa Francisco añadió formalmente el Día Mundial de la Oración por el Cuidado de la Creación como un día anual de oración. Y el año pasado, invitó oficialmente a los católicos a celebrar el tiempo completo.

"Ahora es el tiempo de redescubrir nuestra vocación como hijos de Dios, hermanos y hermanas, y guardianes de la Creación. Ahora es el tiempo de arrepentirnos, de convertirnos y volver a nuestras raíces", escribió en una carta. "Somos criaturas amadas de Dios, que en Su bondad nos llama a amar la vida y a vivirla en comunión con el resto de la creación. Por esta razón, animo fuertemente a los fieles a rezar en estos días que, como resultado de una oportuna iniciativa ecuménica, son celebrados como el tiempo de la Creación".

Entonces, ¿es solo un tiempo para rezar?

La oración es ciertamente el elemento esencial.

En los últimos años, los organizadores ecuménicos han sugerido temas como forma de unificar las celebraciones en todas las comunidades y de llamar la atención sobre los retos ecológicos que afronta el mundo. El año pasado, por ejemplo, el tiempo de la Creación centró su atención en la biodiversidad, en un tiempo en el que los científicos predicen tasas de extinción "sin precedentes" que podrían acabar con hasta un millón de especies en las próximas décadas.

Este año, los organizadores han sugerido el tema "Jubileo para la Tierra: nuevos ritmos, nueva esperanza". Jubileo, en términos bíblicos, se refiere a un período de restauración cada cincuenta años, cuando la tierra descansa y se restaura la justicia. El lema es, en parte, un guiño a la quincuagésima celebración del Día de la Tierra, que tuvo lugar en abril. Que la pandemia global de coronavirus haya llegado cuando el planeta se acerca a puntos de no retorno climáticos muestra que las realidades sociales, económicas y ecológicas están interconectadas, afirmó el comité de preparación del tiempo de la Creación al explicar el lema.

"Durante el tiempo de la Creación de este año, entramos en un tiempo de restauración y de esperanza, un jubileo para nuestra tierra, que exige formas radicalmente diferentes de vivir con la creación", dijo el comité, incluida "la necesidad de sistemas justos y sostenibles", para cuidar mejor tanto del planeta como de las personas.

El Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral del Vaticano subrayó el tema de este año al anunciar una celebración especial durante todo el año por el quinto aniversario de Laudato Si. Expresó su esperanza de que la próxima década se convierta en un "tiempo de jubileo para la Tierra", alineándose con los científicos que consideran crítica la próxima década para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y poner al planeta en condiciones de limitar el ascenso global de temperaturas a 1.5 grados centígrados.

Por Brian Roewe, traducido del National Catholic Reporter

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