Un camino de discernimiento que debe dejar espacio para el Espíritu Santo

Mientras el Vaticano publicaba los muy esperados informes de los círculos menores del Sínodo de los Obispos para el Amazonas el 18 de octubre y una comisión se prepara para comenzar el documento final del sínodo, los miembros del equipo de comunicaciones del Vaticano enfatizan que el sínodo en un lugar para el discernimiento y no un campo de batalla para las ideas.


El sínodo "no es un debate, no es un parlamento", sino una "dinámica espiritual", explicó Giacomo Costa, SJ, secretario de información del sínodo en una rueda de prensa el 16 de octubre. La imagen bíblica, aseguró, es la del "hombre ciego que tira su capa para ir hasta Dios", lo que para el sínodo significa "dejar atrás la seguridad de tus argumentos".Francisco Chagas Chafre de Souza, a leader of the Apurina in Brazil's Amazon region, speaks at a meeting of indigenous people from North America and South America at the Jesuit General Curia in Rome Oct. 17, 2019. Also pictured are Dona Zenilda with the Xucuru people of northeast Brazil, and Ednamar de Oliveira Viana, a leader of the Satere-Mawe people in Brazil. The meeting was a side event to the Synod of Bishops for the Amazon. (CNS photo/Paul Haring)


"El sínodo es un camino de discernimiento" que debe "dejar espacio para el Espíritu Santo", añadió el padre Costa, advirtiendo que nadie sabe lo que traerá.


"Si nos quedamos atrapados en debates y detalles, perdemos de vista la realidad profunda que nos está llamando", dijo. "Estamos intentando ir juntos más allá de posturas individuales", para que podamos "comprender la verdad profunda de la realidad que nos llama a dar pasos".


En la rueda de prensa vaticana del 18 de octubre, uno de los participantes expuso las bases de este discernimiento e incluso invitó a todos los presentes en la sala de prensa a observar treinta segundos de silencio para "contemplar la mirada de Dios sobre la realidad". La Iglesia está llamada "a contemplarnos con la Trinidad, contemplando la gran diversidad de aquellos que nacen, mueren, se alegran, lloran, a aquellos en paz, a aquellos en guerra", afirmó Mauricio López, secretario ejecutivo de la Red Eclesial Panamazónica, REPAM, que ayudó a coordinar el extenso período de consultas presinodiales con las comunidades indígenas y otros grupos de la región amazónica.


López, que se llamó a sí mismo "hijo de la espiritualidad ignaciana", se estaba refiriendo a la "Contemplación de la encarnación" de los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola.


"Dios nos invita a participar en este proyecto, a tomar parte en Su mirada sobre la realidad, en la que Jesús nos invita a caminar con Él", dijo López.


En este sínodo, se da una "nueva perspectiva eclesiológica" en la que "las periferias están en el centro".


"El nacimiento de algo nuevo siempre es doloroso", según López. Es un proceso gradual que se desarrolla desde el Concilio Vaticano II en el que la Iglesia se "acerca al dolor".


"El Amazonas nos puede ayudar a acercarnos al proyecto de Dios por la vida y a ser provida, desde la concepción hasta la muerte", aseguró López. "Pensemos en las muertes de cada día, en los homicidios de cada día de tantos migrantes que están intentando encontrar sentido a su vida".


"Lo mismo está ocurriendo en el Congo", mientras que en Europa "se necesita una mayor sinodialidad para dar una respuesta a estas muertes diarias". López añadió que también ha escuchado como en Norteamérica los pueblos indígenas se ven "afectados por este sistema de dominación".


"No debemos quejarnos por escuchar las voces de los profetas" mientras fallamos al no comprender que "el tiempo es ahora" desde una perspectiva global.


También en la rueda de prensa, Daniela Adriana Cannavina, SCMR, de Colombia, secretaria regional de la Confederación de Religiosas Latinoamericanas y Caribeñas, aseguró que los hombres y mujeres en la vida religiosa deben "responder como personas místicas y proféticas en el contexto en el que trabajamos" y deberían "ofrecer un nuevo compromiso ante las necesidades urgentes de renovación y fortalecimiento de nuestra presencia en el contexto amazónico".


Este sínodo -dijo el obispo Mario Antonio da Silva de Roraima, Brasil- "es una oportunidad para entrar en contacto con la vida, con los bosques, con el agua, con los animales, con los minerales", "pero sobre todo con todas las comunidades de la Amazonía", que "están llenas de sabiduría" y tienen "las respuestas a los retos de la región".

Por Luke Hansen, SJ. Publicado en America Magazine (fragmento)


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