Celebrando y defendiendo la Creación

Los incendios atizan el Amazonas y otras partes del planeta. Hasta un millón de especies afrontan la extinción, en gran medida debido a actividades humanas.

Esta realidad constituye el trasfondo del Tiempo de la Creación, oportunamente dedicada este año a la cuestión de la biodiversidad.

El Tiempo de la Creación comienza el uno de septiembre con el Día Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación y se extiende hasta el cuatro de octubre, la fiesta de San Francisco de Asís. El Tiempo de la Creación de este año está centrado en "proteger la red de la vida en toda su diversidad, porque cada especie revela la gloria del Creador".

Esta será la quinta edición del Tiempo de la Creación desde que el papa Francisco invitase a los católicos en 2015 a unirse a otras denominaciones cristianas en su celebración. Los cristianos ortodoxos comenzaron a celebrar el Día de Oración por la Creación en 1989. Con el tiempo, más cristianos se han unido y la celebración se ha extendido desde un día hasta más de un mes.

Y la participación católica ha crecido cada año desde la invitación inicial del papa Francisco.

"Cada vez que volvemos la mirada vemos nuevas iniciativas, nuevos recursos emergiendo en cada nivel de la Iglesia", dice Christina Leaño, directora asociada del Movimiento Católico Global por el Clima. Añadió, "especialmente en medio de nuestra crisis climática actual, de los fuegos en Brasil y a lo largo de África, es increíblemente inspirador ver al Espíritu Santo inflamando esta oración y esta acción por la Creación".

Más de quinientos acontecimientos han sido organizados, según el Movimiento Católico Global por el Clima. Se han fijado días de limpieza en Santa Mónica, California, y en Port Harcourt, Nigeria. En Manila, Filipinas, los líderes de la fe han organizado una caminata por la creación el uno de septiembre y un foro joven sobre la Laudatio Si el siete de septiembre. A las afueras del Amazonas en el centro de Bolivia, los católicos han preparado para el veinte de septiembre una peregrinación de "cuidado por la Madre Tierra".

La archidiócesis de Chicago ha programado numerosas actividades a lo largo de las cinco semanas, incluidos servicios de oración semanales en sus colegios y un día de acción climática el veinte de septiembre, la fecha del próximo paro global por el clima. Las Hermanas de la Misericordia han comenzado la campaña "lunes sin carne" y el Centro Columbian para la Defensa está recogiendo firmas para pedir al congreso que apoye una economía con una energía 100% limpia. En Boston, el brazo local del Movimiento Católico Global por el Clima ha convocado a una charla sobre justicia climática el once de septiembre por la ex presidenta irlandesa Mary Robinson en la Universidad de Boston y ha animado a sus miembros a unirse a Madres en el Frente en su oposición a la extracción y uso de gas natural.

En su capilla de Villa Matel, las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado en Houston hospedarán el siete de septiembre una celebración ecuménica del Día Mundial de Oración por la Creación. Estiman que asistirán unas 200-250 personas, entre ellos clero local y líderes religiosos, incluido el arzobispo emérito Fiorenza de la archidiócesis de Galveston- Houston, así como políticos de la zona, niños y representantes de más de una docena de grupos medioambientales.

La hermana de la caridad del verbo encarnado Ricca Dimalibot ha explicado que la esperanza de la celebración del Tiempo de la Creación, tal vez la primera en la zona de Houston, es que genere conciencia sobre el cuidado de la creación dentro de la archidiócesis y sirva como punto de arranque de una conversión ecológica personal. Desde ahí, según ella, la gente podría comenzar a trabajar junta para encontrar soluciones al cambio climático.

"Si queremos comenzar una transformación interior, ¿qué mejor forma de hacerlo que por medio de la oración?" pregunta.

En mayo, monseñor Bruno Marie Duffé, secretario del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, publicó una carta invitando a todos los pastores a participar en el Tiempo de la Creación "como parte de vuestro liderazgo pastoral".

"Cuidar la Creación protege la herencia que el Creador nos ha dado, una herencia que es esencial para nuestro bienestar", afirmó en su carta, fechada el 23 de mayo, Día Internacional de la Biodiversidad.

Duffé añadió que el tema de la "red de la vida" tiene "importantes conexiones" con el próximo sínodo sobre el Amazonas y alineó el rol pastoral de los cristianos "con la urgente necesidad de proteger la biodiversidad".

Entre el 6 y el 27 de octubre, el Vaticano albergará el Sínodo Extraordinario de Obispos sobre el Amazonas, que pondrá el foco de la Iglesia sobre uno de los mayores biomas del planeta y sobre las amenazas que afronta la región y sus pueblos indígenas -que recientemente han recibido la atención mundial debido a los incendios devastadores que han asolado partes de la inmensa selva-.

Un informe de Naciones Unidas publicado en mayo encontró que la velocidad de extinción de especies se ha acelerado a ritmos sin precedentes y que hasta un millón de especies están amenazadas con la extinción, muchas en un plazo de décadas. El informe también afirma que la contaminación marítima "se ha multiplicado por diez desde 1980" y que la mitad de la expansión mundial de la agricultura ha tenido lugar a costa de los bosques.

En una reciente entrevista, el papa Francisco incluía la pérdida de biodiversidad entre las grandes amenazas para el planeta, considerando que "la devastación de la naturaleza puede conducir a la muerte de la humanidad".

Para los cristianos, la preocupación por la biodiversidad del planeta surge de la creencia de que el mundo es la Creación de Dios y que Dios se refleja en ella, explica Celine Deane-Drummond, teóloga, bióloga y recientemente designada directora del Instituto de Investigación Laudatio Si de la Universidad de Oxford. Se espera que el instituto inaugure sus actividades el próximo año.

"Quién Dios es de alguna manera se refleja en el mundo que nos rodea y en la biodiversidad que nos rodea. Así que si comenzamos a implicarnos en la destrucción ecológica y de la biodiversidad, en cierto sentido estaremos rompiendo ese espejo de Dios que vemos en el mundo", explica a NCR.

Pero en lugar de desesperación en los informes sobre la pérdida de biodiversidad, Deane-Drummond señala
que los cristianos deberían encontrar formas de implicarse en la restauración ecológica "para ayudar a reparar el daño" y así contribuir a la redención encontrada en Jesús, "que vino no solo a salvar a la humanidad, sino a salvar también el mundo en su más amplio sentido biológico".

Deane-Drummond participará el 16 de septiembre en un seminario por internet que examinará la conexión entre espiritualidad cristiana y la biodiversidad. Otros programas y acontecimientos también se centran en el sínodo del Amazonas y la cuestión de la biodiversidad, incluida la fiesta anual de San Francisco de la Alianza Católica por el Clima, cuyo programa se titula "Todos estamos conectados: el clamor de la Tierra, el clamor de los pobres".

Otro seminario online el cuatro de septiembre se centrará en la declaración de "emergencia climática" formulada por el papa Francisco durante un encuentro con ejecutivos de empresas energéticas y petroleras a principios de este año. Entre los conferenciantes se encuentran Fray Johnstrom Kureethadam, coordinador de la sección de ecología y cuidado de la creación del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral del Vaticano; y Lorna Gold, coordinadora del Proyecto Laudatio Si de Trocaire, la organización para el desarrollo de la Iglesia Católica irlandesa.

Numerosos acontecimientos del Tiempo de la Creación han pretendido unir oración y acción.

Este año será el primero en el que la Archidiócesis de Indianápolis celebra formalmente el Tiempo de la Creación. Su comisión para el cuidado de la creación ha organizado una plantación de árboles en toda la diócesis el día de San Francisco. Se espera que el arzobispo Charles Thompson plante personalmente uno de los árboles.

El acto de plantación de árboles ofrece una forma tangible de que los fieles experimenten un sentido de interconexión con la creación y con lo que está ocurriendo en el mundo, afirma el diácono Michael Braun, director de ministerios pastorales de la archidiócesis. Añade que también amplia la visión tradicional de la Festividad de San Francisco, centrada tradicionalmente en la bendición de animales.

"Cuando piensas en San Francisco de Asís, pienso que es lo que viene a la mente, ver a Dios en la creación, en una puesta de sol o en un bosque... es esa completa belleza de la creación. Y eso es lo que viene cuando plantamos árboles", dice Braun.

Además de la plantación de árboles, la comisión para el cuidado de la creación ha desarrollado una guía del Tiempo de la Creación para católicos y parroquias. Asigna un tema para cada día de la semana. Por ejemplo, los lunes sin carne, los miércoles de la conservación del agua  y los sábados de las caminatas.

"Lo que pretendíamos hacer es, de una manera sencilla, dirigir cada día la atención a algo que pudiesen hacer, además de lo que hacemos normalmente en nuestra vida de oración y en nuestras liturgias", dice John Mundell, un miembro de la comisión para el cuidado de la creación.

Para animar a la participación, Thompson dedicó su columna en la última edición de The Criterion, el periódico diocesano, al Tiempo de la Creación, y la Comisión para el Cuidado de la Creación se encontró con los sacerdotes que dirigen cada uno de los once arciprestazgos de la diócesis para trazar planes y contestar cualquier pregunta.

Las diócesis próximas, como Evansville y Lafayette, han tomado nota del programa de Indianápolis y han pedido utilizar algunos de sus recursos, como insertar en sus boletines artículos sobre cada uno de los temas semanales sobre el cuidado de la creación.

Otros grupos también han creado ayudas para homilías sobre el Tiempo de la Creación para sacerdotes y guías para servicios de oración. En Boston, el Comité para el Cuidado de Nuestra Casa en el Centro Paulino ha publicado un texto revisable para que cualquier parroquia pueda insertarlo en su boletín. La doble página incluye "Una oración por nuestra Tierra", de la encíclica del papa Laudatio Si, sobre el cuidado de nuestra casa común, la Oración de San Francisco y otras fuentes.

Hasta ahora, la comisión para el cuidado de la creación de la Archidiócesis de Indianápolis se ha mostrado emocionada por la temprana respuesta a sus planes. Una parroquia, San Gabriel de Indianápolis, ha indicado que quiere plantar cien árboles, y también ha cambiado su señal para anunciar su intención de celebrar el Tiempo de la Creación.

"Es refrescante y de alguna manera hermoso porque vamos a hacer esto juntos", dice Mundell. "Es un intento de convertir esto en un acontecimiento, en una celebración de este tiempo juntos y en intentar caminar unidos".

Como en Indianápolis, el servicio de oración ecuménica de las Hermanas de la Caridad surgió de esfuerzos previos. El año pasado, la congregación en su capítulo general designó el cuidado de la creación como uno de sus cuatro objetivos fundamentales para los próximos cuatro años. Desde entonces, las hermanas de Houston se han encontrado con los líderes de la ciudad sobre el cambio climático, han comenzado a hacer compost y han buscado la fórmula para reducir el uso de combustibles fósiles.

Dimalibot afirma que las hermanas de la caridad esperan que sus esfuerzos puedan inspirar a otros católicos de la zona para explorar los pasos que ellos también puedan tomar. Por ahora, sobran dedos de una mano para contar los grupos sobre cuidado de la creación en las 146 parroquias.

"Una vez que alcancemos la concienciación, sin embargo, sabemos que no podremos pararnos ahí. La conversión ecológica que estamos esperando tiene que traducirse en acción", afirma.

Por Brian Roewe. Traducido del National Catholic Reporter

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