Qué no hacer en Navidad

Si has visitado los suburbios de una ciudad durante la noche este mes, los habrás visto: enormes papa noeles, renos, representaciones de copos de nieves y otros personajes navideños colgados desde los edificios, iluminados por luces LED.

Esta decoración puede quedar bien de noche, aunque un poco hortera, pero durante el día parece cómo cementerios navideños, cubiertos de cosas inertes y desinfladas que se parecen a paracaídas usados. Es como si un perverso ángel de la muerte hubiese recorrido las calles de madrugada y hubiese cometido actos de vandalismo sin sentido, dejando a su paso víctimas de poliester de una guerra sobre la navidad.

La guerra sobre la navidad.

¿Has apartado la vista cuándo has leído esa expresión? Esta controversia fake de las noticias por cable lleva el suficiente tiempo cómo para haberse convertido en una parodia de sí misma. Pero no seamos complacientes. En verdad hay una guerra sobre la navidad en marcha, aunque de naturaleza un poco diferente que la que sugerirían los comentaristas de Fox. Aquí hay nueve señales de esta guerra y el sentido en el que debemos combatir:

1. Decir "Feliz Navidad" a los desconocidos como un arma pasiva-agresiva en lugar de pretendiendo transmitir su significado.

No puedo saber si la persona que me desea una "Feliz Navidad" en la verdurería está llena de esperanza navideña o simplemente está anunciando de qué lado está en la batalla sobre qué decir a los desconocidos en diciembre. Así que, indaga en tu corazón cuáles son tus motivos. Sé que a veces digo "Feliz Navidad" a millenials de aspecto laico para ver si puedo causar un rifirrafe con ellos. Desde luego, eso no está en el espíritu del que vino a traer paz a los hombres de buena voluntad.

2.- Utilizar gas contra los solicitantes de asilo en la frontera y separar a familias por medio de la deportación.

Jesús fue un niño pobre nacido en una cueva rodeado por animales. Poco después de Su nacimiento, se convirtió en refugiado cuando Su familia huyó del rey Herodes hacia Egipto. Cuando tratamos a los inmigrantes, a los refugiados y a los buscadores de asilo con algo distinto a las más elevada dignidad, incapaces de ver el rostro de Cristo en su cara, estamos olvidando quienes somos y quién es Dios. Nuestro actual fallo nacional en tratar mejor a los inmigrantes es la mayor derrota de todas en la guerra sobre la navidad.

3.- Materialismo y comercialización desenfrenada.

Nunca olvidaré los regalos navideños que mis pequeñas sobrinas recibieron con más emoción las pasadas navidades: paraguas. Y viven en el sur de California, donde nunca llueve. Sus padres han cultivado un sentido de simplicidad y gratitud en su casa que les ha ayudado a preservar el verdadero sentido de la navidad. Fue algo tan refrescante y retador. ¿Podría acortar mi lista de regalos o la de mis hijos a un único objeto de cinco euros?

4.- La nostalgia rampante y la indebida presión que pone sobre la fiesta.

El de navidad es el día más nostálgico del año. No caigas en eso. Simplemente, te vas a decepcionar. Siento este tira y afloja como un padre relativamente nuevo. Quiero dar a nuestras hijas las mejores navidades de su vida, porque eso es lo que recuerdo de cuando era pequeño, pero nunca alcanzaré estas expectativas falsamente infladas. Esta tentación se encuentra estrechamente conectada con la siguiente.

5.- La falta de amabilidad contigo mismo y con tus seres queridos.

Cuando, sin duda, soy incapaz de dar la mejor navidad de la historia a mi familia, estaré tentado a hundirme yo mismo. O, si tengo algún momento de estrés y de tensión con mi mujer durante la festividad, me enervará que no estemos disfrutando de un tiempo maravilloso a cada segundo. Sé amable contigo mismo y con tus más próximos. Las navidades pueden ser estresantes. Perfectamente puedes acabar perdiendo los nervios ante alguien y, si lo haces, pide perdón, haz una broma sobre lo malo que eres y pasa página. Olvida con la misma liberalidad los estallidos de los que seas víctima.

6.- Quejarte sobre que el tiempo de Navidad comienza demasiado pronto.

Por encima de todos, soy culpable de este. Me dan rabia las decoraciones navideñas en las tiendas en octubre y me resisto a escuchar villancicos navideños durante el adviento. La visión cínica de la temporada tan larga es que las empresas quieren ganar dinero. Obviamente, es verdad. Pero, ¿también podría ser verdad que la anticipación de la temporada se deba en parte a que la gente está ansiando la paz, la alegría, unas mejores relaciones?. Si una temporada navideña alargada, litúrgicamente incorrecta, puede ayudar aunque sea a unas pocas personas a aproximarse a Dios y al prójimo, ¿quién soy yo para juzgar?

7.- Quejarte sobre lo ocupado que estás.

¿Tienes tentaciones de decir "ocupado" cada vez que alguien te pregunta cómo te va? Tienes dos opciones: cortar fiestas y compras que no necesitas y estar menos ocupado o, si no puedes evitarlas, encontrar algún espacio para la contemplación en la acción.

8.- Quejarte de las personas que solo van a misa dos veces al año saturando la iglesia en nochebuena.

¿La mayor parte de estos parroquianos volverán el 1 de enero, el 1 de marzo o el 1 de agosto? Probablemente no. Pero concede a la gracia de la Eucaristía el beneficio de la duda. Tal vez la persona sentada en tu sitio habitual sienta una llamada a implicarse, a encontrar en la liturgia un sentido de comunidad y de lo sagrado que alimente un hambre que ni siquiera sabía que tenía. No hagas que tu crítica sea la que le envíe a buscar en otro lado.

9.- Retirar las decoraciones de Navidad el 26 de diciembre.

La Iglesia Católica sabe cómo montar fiestas. Dependiendo de a quien preguntes, el tiempo de
Navidad se extenderá hasta el 13 de enero este año o, tal vez, incluso hasta el dos de febrero. Todos sabemos que estamos en un tiempo difícil y doloroso para la Iglesia. Así que no corras para dar por terminada la navidad. Deja las luces encendidas. Deja que las hojas del árbol se pongan marrones y se caigan. Canta villancicos cuando la radio haya dejado de ponerlos. Celebra la encarnación del Señor, el nacimiento de Dios-con-nosotros, mientras puedas. El verdadero movimiento contracultural no es decir "Feliz Navidad" en vez de "Felices Fiestas". Es seguir celebrando la navidad en el 2019.

No importa lo que un espectáculo de televisión de cuente, estas nueve cosas están entre las mayores amenazas al verdadero significado de la navidad. Resístelas. Mejor todavía, haz lo contrario y reza para que la celebración de la llegada de Cristo nos sane a nosotros y al mundo entero. 

Por Mike Jordan Laskey. Traducido del National Catholic Reporter

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