El que tenga oído escuche

En mi dedicación a la meditación y a la oración
no busco explicación solo mi salvación.
El que tenga ojos que vea, el que tenga oido escuche
y el que no pueda encontrar la paz que luche.
Todos somos útiles, tú tienes que encontrar tu razón,
empieza en ti la revolución,
usa tu inteligencia y tu corazón
pues al final será juzgada, premiada o castigada cada acción.
Yo ya he cometido la barbarie de ser un necio
imprudente por la adrenalina del trapecio.
A medida que mi fama creció, creció mi ego
y mi ego mi alma al diablo ofreció, le pegó fuego.
En este fuego ardí, me perdí,te perdí a ti y a ti,
por momentos siento mucho haberme comportado asi,
si hasta dejé de rezar, mas no quiero recordar.
Hoy tengo el propósito de volver a volver a empezar.

(Presente, de Violadores del Verso, fragmento)

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