No apaguemos el fuego

Si fuera posible buscar dentro de un corazón, ¿qué encontraríamos? Nuestra sorpresa sería ver que en lo más hondo de la condición humana reposa la espera de una presencia, el deseo silencioso de una comunión. Si Jesús no hubiese vivido en medio de nosotros, Dios nos parecería lejano, inalcanzable. Pero Jesús, con Su vida, nos ha reflejado quién es Dios. Hoy, resucitado, Cristo vive en cada uno
de nosotros por medio del Espíritu Santo. Hay multitud de personas que no saben que Cristo está unido a ellas y no conocen Su mirada de amor puesta sobre toda vida. Sin embargo, Dios permanece en comunión con cada una de ellas.

Por el don de nuestra vida, Dios espera que seamos capaces de irradiar y percibir el fuego del Espíritu. Sí, Su amor es un fuego. Por muy pobres que seamos, no apaguemos el fuego, no apaguemos el Espíritu. La sencilla confianza de la fe se transmite como el fuego, de uno a otro.

Fray Roger de Taizé

Querido Dios: a medida que me llevas más adentro de Tu corazón, descubro que mis compañeros de viaje son mujeres y hombres amados por Ti tan plena e íntimamente como yo. En Tu corazón compasivo, hay un espacio para todos ellos. Nadie queda excluido. Dame una parte de Tu compasión, amado Dios, para que Tu amor ilimitado pueda tornarse visible en el modo en que amo a mis hermanas y hermanos.

Henri Nouwen

Comentarios

Entradas populares