Los tres lenguajes
“En nuestra experiencia como estudiantes y también en el trabajo con
jóvenes nos dimos cuenta de que hoy en día se educa en verdades
construidas desde la razón, se transmiten certezas que fueron
debilitando el sentido de trascendencia, la duda que permite la creencia
y el asombro, entre otros valores que constituyen nuestra humanidad.
Como educadores intuimos un camino que desnude nuestra mirada, para
abrirnos al misterio del otro y agradecer eso único y por tanto bello de
todos”.
Es la introducción de la joven argentina, María Macarena, quien
preguntó al Papa Francisco acerca de lo que él piensa sobre esta
concepción de educación que tiene Scholas y cómo pueden hacer para que la experiencia trascendente que viven los jóvenes en ese encuentro perdure en el tiempo.
A lo que el Santo Padre Francisco respondió:
¿Puedo responder en español, está la traducción? Sí (responden). María Macarena me dijo: “Scholas
me cambió la vida”. Una de las cosas, que ella, dijo críticamente,
sobre un sistema educativo, es el sistema educativo que educa en
verdades construidas desde la razón, que debilitan, el sentido de
trascendencia, debilitan la duda, y debilitan el asombro. Piensen
ustedes en estructuras escolares, las hay y muchas, donde se crece en
conocimiento muchísimo. Son de excepción, de altísimo nivel en el
conocimiento, pero al final, han perdido la capacidad de asombrase. Han
perdido la capacidad del estupor. Esto directamente es una herencia
educativa del Iluminismo, ¿no? Que, llegó a este tipo de escuela
educativa, que hoy día se la critica mucho y se reacciona contra ella.
De hecho la experiencia de Scholas como, seguramente, ya contará
en el grupo y además de alguna paraguaya de ahí que lo ha hecho también,
ahí estás vos, que en Paraguay prendió muy fuerte, se llegó a revertir
esta tendencia, incluso a nivel ya de Ministerio de Educación Nacional,
¿no? Y eso es muy importante. No sólo esto de quitar el asombro, lo
cual también quita la capacidad de contemplar belleza y de abrirse al
misterio del otro. Muy bueno el resumen que hizo.
Me repito. Me repito una cosa que me gusta decirla, pero es que para
mí es evidente: Para tener una educación completa hay que usar los tres
lenguajes: el lenguaje de la cabeza, o sea aprender a pensar bien. No
sólo pensar cosas. Saber cosas. Eso es importante. Pero además, pensar y
progresar con el pensamiento. Libertad de pensamiento. Buscar con el
pensamiento. A eso yo llamo pensar bien. Primero de los tres lenguajes
de la cabeza.
Segundo: lenguaje del corazón. Aprender a sentir bien. Hay un
problema, que es viejo. El problema no es de ahora pero hoy día al
menos se habla, el problema del bullying (acoso psicológico o moral). El problema del bullying
en las escuelas es un problema de no sentir bien. Puse un solo ejemplo,
pero hay mil cosas. Aprender a sentir bien las cosas. Educar el
sentimiento y esto no es tan común en las escuelas herederas del
“Iluminismo” (Ilustración).
Y tercero, el lenguaje de las manos: a hacer. Porque también es
herencia que recibimos de Dios. Ser artesanos y creadores. El arte nace
también de ahí. La ingeniería nace de ahí. La capacidad de construcción
nace de ahí.
Y esos tres lenguajes, el de la cabeza, el del corazón y el de las
manos armonizados. A tal punto que yo piense lo que siento y lo que
haga. Sienta lo que pienso y lo que hago y haga lo que siento y lo que
pienso. La armonía de los tres lenguajes. Y esa es la experiencia de Scholas.
Ir por este camino y avanzar en una educación total y comunitaria.
Evidentemente cuando se va por este camino, la educación es personal,
como persona que necesariamente necesita de la comunidad para progresar,
¿no?
Otra cosa que yo diría. Esto lo digo porque yo critico mucho el mundo
virtual, ¡eh! Pero no porque sea viejo atrasado, sino porque tiene sus
peligros, por ejemplo, en una cena de familia, papá y mamá miran la
televisión y cada chico está con el teléfono, ¿no? Hablando con amigos,
pero por ahí le tiene que decir algo al papá, o al otro, y se lo manda
por teléfono. O sea, ya el mundo virtual puede llevarte a un nivel de
alienación muy grande, ¡eh!, que te hace no ya líquido, como decía el
gran Bauman, sino gaseoso ¡eh! Sin arraigo. Yo critico por eso el
mundo virtual. Pero no lo demonicemos ¡eh! Porque es una riqueza,
tenemos que saber usarlo, y no que nos esclavice alejándonos de lo
concreto. Entonces, para salvar lo bueno del mundo virtual, una sola
palabra: lo concreto. En italiano “concretezza” ¡eh! Tener el
hábito de ir a lo concreto. Sí poder usar el mundo virtual pero con los
pies sobre la tierra y no dejándome chupar, no gaseosamente, no
líquidamente sino sólidamente. Es una ayuda. Y ahí, ahí tenemos que ir
hacia atrás.
El sábado me encontré, hice un matrimonio ahí en Santa Marta, y me
encontré con una señora joven, una chica joven que es música, es
compositora, artista, y estaba espantada por el mundo virtual, en su
carrera de docente, veía el mal que hacía a los chicos, y hace un par de
años se decidió a luchar
contra esta exageración del mundo virtual para
que el mundo virtual tuviera el puesto que le corresponde pero con lo
concreto y me dio un muñeco de trapo. Y digo, ¿qué es? Con esto,
artesanalmente, recupero la capacidad de juego en los chicos. O sea, del
juego ilusorio, virtual, baja al juego real y esté empezando desde ahí
con los chicos. O sea, creo que este tipo de cosas, buscar salvar a las
personas de lo gaseosos, lo líquido de la virtualidad para que la
virtualidad esté arraigada en lo concreto.
Una virtualidad arraigada está muy bien. Pero cuando ya se pasó de
tocar tierra, ahí ya desparrama todo, ¿no? No madura. Pero vean qué
curioso esta mujer, en su experiencia pedagógica, como maestra,
descubrió que la única manera era retomar el juego. El juego es
concreto. El juego es concreto.
El mundo virtual tiene otro defecto, claro esto hablando de Scholas, a lo concreto de Scholas ¿no?, que te puede quitar la dimensión del amateur, ¿no? No sé cómo se llama, “amatoriale”. Por ejemplo el juego, el deporte, hoy día, ha perdido el sentido de amateur,
¿no? Y se transforma en comercial, o lo que sea, mil cosas, ¿no?
También el juego es el que pierde. Siempre pierde el juego. En un mundo
líquido, sin raíces siempre pierde el juego. El verdadero juego. El
juego gratuito. La capacidad de los chicos, que vemos en el campo que
por ahí los encontramos más limpios que estos y que son capaces de
armar una escuadra de fútbol con dos palitos para el arco y el portero
libre, avanzado, que va y hace el gol, ¿no?, es decir, libertad, ¿no?
Concreta. Una cosa es liquidez y gaseosidad y otra cosas es libertad
concreta. Lo concreto te da libertad. Lo líquido y lo gaseoso te quita
libertad. Entonces Scholas ha tomado este camino de unir los tres
lenguajes y socialmente. Yo asistí a la conclusiones por eso mencioné
Paraguay ¿no? De embarcación en Paraguay, en el puerto donde ahora está
el barrio San Francisco, y las conclusiones de un encuentro de chicos de
Scholas sobre embarazo adolescente. Yo les digo que ni una
Cámara de Diputados argentina he escuchado las reflexiones de estos
chicos. Porque están educados a pensar lo concreto y con el corazón y la
cabeza. Eso es maravilloso.
Bueno ese es el camino de la educación. Gracias, ¡eh!
Intervención del papa Francisco en el Presínodo sobre la Juventud, información de María Fernanda Bernasconi en Vatican News
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