¿Sé feliz en tu propio mundo?

«Sé feliz en tu propio mundo, juega a Los Sims». Lo ha publicado un psicólogo británico hace poco. Todas las horas que has pasado frente a la pantalla creando una familia, un negocio, teniendo hijos, construyendo la casa de tus sueños es una forma para huir de la realidad con muchos beneficios para tu salud y tu bienestar. Una forma más saludable de ser feliz, en definitiva.

«Los Sims permiten a la persona escapar de la 'normalidad social', las presiones y el estrés crónico que prevalecen en el mundo real se permite al jugador crear una realidad perfecta en la que él actúa como el protagonista y tiene el control absoluto sobre todo lo que sucede», es la conclusión a la que llega el psicólogo Steve McKeown. Aunque ya nos empieza a resultar complicado que se asuma que escapar es el camino si tu realidad te oprime, como parece decir, y que la mejor forma de escapar es jugar, porque te hará menos daño que otras vías de escape.

Podemos plantearnos si crear un mundo en el que actúas como Dios y todo gira en torno a ti, te hace realmente feliz o si sólo sirve para seguir construyéndote un refugio en el que tu realidad se acomoda a ti, mientras huyes de todo aquello que no te gusta. Porque el ideal de felicidad de fondo es que lo importante, lo saludable, es que tú estés en el centro. Los Sims son un juego, sí, y además entretenido, pero puede ser peligroso usarlo como una ayuda para olvidar tus problemas, porque es un juego en el que te sitúas en el rol de todopoderoso, no hay más logros u objetivos que tu voluntad se materialice, y eso puede parecer felicidad, pero sabes que en realidad no lo es.

Las presiones, el estrés, eso que llaman 'normalidad social' no se oponen a tu felicidad, el camino no es huir de ellos y enterrarlos, haciendo como si no existieran. Quizás tengas la experiencia de saberte feliz, incluso en medio de serios problemas. Porque vas intuyendo que la felicidad es algo más que sentirte bien, entretenido. Es algo que no aparece o desaparece encendiendo un botón, sino algo más duradero que te va habitando, dando sentido a lo que haces.

No lo olvides, Los Sims son un juego, y como en todos los juegos su realidad es virtual. La realidad, la real, te espera para que la descubras, la vivas intensamente y descubras en ella la felicidad que te espera.

Por Álvaro Zapata, SJ. Publicado en Pastoral SJ

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