La unidad no es la uniformidad
Discurso del Papa Francisco ante 17 líderes religiosos en Myanmar
En primer lugar, muchas gracias por haber venido. Quizás tendría que
haber ido yo a visitar a cada uno de ustedes, pero ustedes han sido
generosos y me ahorraron el trabajo. Gracias.
En el momento en que ustedes hablaban me vino a la mente una oración.
Una oración que rezamos a menudo, tomada del Libro de los Salmos: “Qué
hermoso es ver a los hermanos unidos". Unidos no quiere decir iguales.
La unidad no es uniformidad, aun dentro de la misma confesión. Cada uno
tiene sus valores, sus riquezas, y también sus deficiencias.
Somos todos diferentes y cada confesión tiene sus riquezas, sus
tradiciones, sus riquezas para dar, para compartir. Y esto solamente
puede ser si se vive en paz. Y la paz se construye en el coro de las
diferencias. La unidad siempre se da con las diferencias.
Por tres veces uno de ustedes usó la palabra armonía. Ésa es la paz:
la armonía, la armonía. Nosotros, en este tiempo que nos toca vivir,
experimentamos una tendencia mundial hacia la uniformidad, a hacer todo
igual. Eso es matar la humanidad. Eso es una colonización cultural. Y
nosotros debemos entender la riqueza de nuestras diferencias (étnicas,
religiosas, populares), y desde esas diferencias se da el diálogo. Y
desde esas diferencias uno aprende del otro, como hermanos… que, como
hermanos, se van ayudando a construir este país, que incluso
geográficamente tiene tantas riquezas y diferencias. La naturaleza en
Myanmar ha sido muy rica en las diferencias. No tengamos miedo a las
diferencias. Uno es nuestro Padre. Nosotros somos hermanos. Querámonos
como hermanos. Y si discutimos entre nosotros, que sea como hermanos.
Que enseguida se reconcilian. Siempre vuelven a ser hermanos. Yo pienso
que solo así se construye la paz.
Yo les agradezco que ustedes hayan venido a visitarme. Soy yo que
estoy visitando a ustedes. Y quisiera al menos que espiritualmente
tuvieran esa visita: la de un hermano más.
Gracias. Construyan la paz. No se dejen igualar por la colonización
de culturas. La verdadera armonía divina se hace a través de las
diferencias. Las diferencias son una riqueza para la Paz.
Muchas gracias. Y me permito una oración: de hermano a hermanos. Una
antigua bendición que nos incluye a todos: “El Señor los bendiga y los
proteja, haga brillar Su rostro sobre ustedes y les muestre Su gracia.
Les descubra su rostro y les conceda la paz”.
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