¿Qué le espera al Papa en Egipto?

Al final de este mes, el papa Francisco visitará al papa copto ortodoxo Tawadros II, cuya comunidad ha sufrido dos bombas el pasado domingo de ramos. Francisco también visitará a dirigentes egipcios, a la comunidad católica y los líderes musulmanes durante su breve visita. Llegará a las dos de la tarde (hora egipcia) del día 28 y se marchará 29 horas más tarde.

La Iglesia Ortodoxa Copta ha existido en Egipto desde la antiguedad y comprende alrededor del 10% de la población. A su cabeza se le llama "papa", una palabra que deriva de los términos latín y griego para "padre", un título usado por obispos e incluso simples sacerdotes antes del siglo IV. Los coptos han experimentado hostilidad y persecución así como períodos de calma y paz con sus vecinos.

Recientemente, con el ascenso del radicalismo islámico, la comunidad copta ha experimentado su propio via crucis. Las iglesias han sido atacadas e incendiadas por la turba; individuos, familias y comunidades han sido señalados y los coptos han sido agredidos y asesinados. Las cosas han ido especialmente mal en las zonas rurales, donde el personal de seguridad puede mirar hacia otro lado.

La comunidad copta se sintió especialmente perseguida durante la presidencia de Mohamed Morsi, que fue elegido en 2012 después de la "Primavera Árabe". En 2013, los extremistas destruyeron numerosas iglesias en el Alto Egipto y en el norte del Sinaí.

Como consecuencia, los coptos, como muchos egipcios, fueron decididos defensores del golpe militar que llevó a Abdel Fattah el-Sisi al poder. Tawadros fue muy claro en su apoyo público a el-Sisi. Los coptos vieron a Sisi como el hombre fuerte que mantendría a los extremistas a raya y restauraría la estabilidad.

Sisi restauró el orden mediante la venganza, metiendo a más de 30.000 ó 40.000 personas en prisión. Parece haber sido contraproducente. El apoyo a los Hermanos Musulmanes ha crecido hasta

un 40% hoy frente al 26% antes del golpe. El régimen de el- Sisi también ha sido ampliamente condenado por todos los grupos de derechos humanos. Por eso, algunos han cuestionado el apoyo de Tawadros a al-Sisi y la voluntad de Francisco de visitar Egipto.

Sorprendentemente, aunque la situación general de los derechos humanos se ha deteriorado notablemente bajo Sisi, las condiciones de la libertad religiosa han mejorado.

Sisi ha sido contundente en su condena de los ataques sectarios y ahora hay menos condenas por blasfemia que antes. Ha mostrado su gratitud por el apoyo copto asistiendo durante tres años seguidos a la misa de navidad del papa copto. Ha restaurado o reconstruido más de cincuenta iglesias destruidas por la violencia sectaria en 2013. Las autoridades egipcias incluso han detenido, perseguido y penado a los autores de ataques contra los cristianos.

Los extremistas islámicos han respondido incrementando sus ataques sobre los cristianos coptos. Esto alimenta la falsa narrativa de una guerra entre musulmanes y cristianos.También muestra una forma fácil de avergonzar a el-Sisi mostrándole incapaz de proteger a los cristianos como prometió.Los atacantes también esperan conseguir atención mediática en Europa y América para dañar la reputación de Egipto y destruir su industria turística.

Estos ataques han provocado que miles de coptos se vean expulsados del Sinaí por la versión egipcia del autodenominado Estado Islámico. El domingo de ramos, una bomba explotó dentro de una iglesia copta en Tanta, 50 millas al norte de El Cairo, matando al menos a 44 fieles. Más tarde, en Alejandría, un suicida detonó su bomba junto a la catedral donde Tawadros estaba celebrando la liturgia.

Las bombas han sido condenadas por el-Sisi y por Sheik Ahmed el-Tayeb, gran imán de la Universidad de Al Azar, que las ha llamado "despreciables bombas terroristas que se dirigen contra la vida de inocentes".

Estas dos bombas muestran la nada fácil situación de seguridad de los coptos en Egipto. En Alejandría, las medidas de seguridad pillaron al suicida fuera de la iglesia cuando se le obligó a pasar

por un detector de metales. El personal de seguridad falleció junto con los coptos que esperaban en fila para entrar en la iglesia. Podría haber sido mucho peor de no haber sido por los diligentes guardias que impidieron que el hombre entrase en la iglesia.

Pero en Tanta, las medidas de seguridad parecen haber sido más laxas, incluso aunque este mes ya se había detectado y desarmado una bomba al lado de la iglesia. El suicida entró en la iglesia y detonó su cinturón, matando a muchas personas. Sisi destituyó al general encargado de la seguridad en la zona.

Si estuviese al cargo de la seguridad de Francisco, estaría muy nervioso por su visita a Egipto. Pero el papa quiere mostrar su apoyo a las comunidades católica y copta allí. Tomará la delicada tarea de reconocer la creciente libertad religiosa en Egipto sin ignorar las horrendas vulneraciones de derechos humanos.

Egipto es un importante lugar en la agenda ecuménica e interreligiosa de Francisco. Visitar al papa copto mostrará su apoyo a la perseguida comunidad cristiana. Visitar al imán de Al-Azhar será otro paso en su camino de reconciliación entre cristianos y musulmanes.

Recemos para que tenga éxito.

Por Thomas Reese. Traducido del National Catholic Reporter