El mundo de hoy os necesita
Mis queridos jóvenes de todo el mundo salesiano, queridas muchachas y
muchachos: recibid mi saludo de amigo, de hermano, de padre -en nombre
de Don Bosco-, al hacerme presente 'llamando a las puertas de vuestras
vidas' con motivo de la fiesta de nuestro Amado Don Bosco.
Hace unos días el Papa Francisco escribía una carta a los jóvenes con
motivo de la presentación del documento que servirá para preparar la XV
Asamblea General Ordinaria del Sinodo de los Obispos que se celebrará
en octubre del año 2018. Al inicio de dicha carta el Papa os dice que
“ha querido que fuéseis el centro de atención porque os lleva en el
corazón”. Puedo aseguraros que yo mismo sé, por propia experiencia
personal, lo que significa llevaros en el corazón y desear todo el bien
para vosotros, aunque en muchos casos todavía no nos hayamos podido
saludar personalmente.
¿Sabéis una cosa? Muchas veces, cuando me encuentro con jóvenes del
mundo y tengo que hablaros, me gusta pensar qué es lo que Don Bosco, en
nombre de Jesús, querría deciros.
Y, aún siendo consciente de que es grande la diversidad entre todos
vosotros, según los países y continentes en los que vivís, diversidad
según las culturas, diversidad según las miradas de quienes os preparáis
para la vida con vuestros estudios de formación profesional o
capacitación para el trabajo, y quienes estáis en los estudios
universitarios; muy diversa la realidad de quienes tenéis medios humanos
y económicos para desarrollar vuestras potencialidades y la realidad de
aquellos otros jóvenes que tienen muchas menos oportunidades etc.,
siempre vuestros jóvenes corazones tienen tanto en común, son tan
parecidos a pesar de las diferencias, que por eso creo que puedo deciros
algo a todos, allá donde os encontréis.
Mi mensaje hoy está en total sintonía con lo que en ocasiones os ha
pedido el Papa Francisco: “Yo tengo confianza en ustedes, jóvenes, y
pido por ustedes. Atrévanse a ir contra corriente”.
Somos muchos los adultos que confiamos plenamente en vosotros. Yo soy
uno de ellos, mis queridos jóvenes, y os animo a que seáis valientes en
vuestras vidas. Os animo a que tengáis la fuerza de ir
'contracorriente' cuando la llamada a la fidelidad, a vosotros mismos y a
Jesús, resuene con fuerza en el interior de vuestro corazón.
El mundo de hoy os necesita. Necesita de los grandes ideales que son
propios de vuestra juventud y de vuestros sueños juveniles. El mundo
necesita, más que nunca, jóvenes llenos de esperanza y de fortaleza que
no tengan miedo a vivir, a soñar, a buscar una profunda y verdadera
felicidad en la que Dios habite en vuestros corazones. Jóvenes que se
sientan atraídos por el compromiso y que sean capaces de comprometerse y
amar “hasta que duela”, como dijo en su día Madre Teresa de Calcuta,
hoy santa. Jóvenes capaces, desde vuestro compromiso, de donar vuestro
tiempo y donaros vosotros mismos.
Y porque hay también muchos jóvenes 'cansados, aburridos o
desencantados', o que
sencillamente nunca se entusiasmaron con nada,
jóvenes muy débiles y frágiles, es por eso que necesitan de otros
jóvenes, vosotros, que hablando de la vida y con el mismo lenguaje
vital, les muestren que hay otros caminos y posibilidades; jóvenes que
los ayuden a entender realmente que huir de los desafíos de la vida no
es nunca la solución, y que, incluso como verdaderos
'discípulos-misioneros', los ayuden a descubrir a Jesús en sus vidas y a
creer en Él. Un Jesús, por cierto, que 'no os vende humo', sino que
ofrece Vida, de la auténtica, de la suya, Él mismo.
Pienso mis queridos jóvenes que algo así de sencillo podría deciros
Don Bosco en este 31 de enero del 2017, con palabras y lenguaje de hoy,
así como os lo dice también el Papa en la mencionada carta: “No tengáis
miedo… Un mundo mejor se construye también gracias a vosotros, a vuestro
deseo de cambio y a vuestra generosidad. No tengáis miedo de escuchar
al Espíritu que os sugiere elecciones audaces, no tardéis cuando vuestra
conciencia os pide arriesgar para seguir al Maestro”.
Deseo de todo corazón que sea así para vosotros. Que arriesguéis
siempre que se trate de Jesús y del Padre Dios en vuestras vidas. Nunca
os faltará su Presencia por medio del Espíritu y será segura garantía de
vuestro camino humano de felicidad.
Con verdadero afecto os saludo deseándoos una feliz fiesta de Don
Bosco y la protección siempre materna de nuestra Madre Auxiliadora.
Comentarios
Publicar un comentario