Todos cometemos errores, todos podemos levantarnos
Carlos Adrian Vázquez Jr.
tiene 18 años de edad, era pandillero, cumple una condena por homicidio
involuntario y quería terminar con su propia vida. Una carta del Papa
Francisco le dio un conmovedor giro a su historia. En una entrevista
con la cadena CNN, Carlos cuenta que escribió una misiva al Papa
Francisco como muchos otros internos de la cárcel de menores Barry
Nidorf de California y nunca imaginó que la suya recibiría respuesta.
El joven de origen latino fue sentenciado a 11 años de cárcel por la muerte de una persona en una pelea de pandillas.
Él no cometió el asesinato directamente pero participó en el
enfrentamiento. Comenzó a pagar por su delito a los 16 años de edad.
Próximamente será trasladado a una cárcel de adultos.
"Estimado Carlos: ¡Que la paz de Jesucristo esté contigo! Me complació recibir tu reciente carta", comienza la respuesta del Pontífice.
"No lo podía creer. No creía que el Papa escribiría a alguien que está detrás de las rejas", afirmó Carlos a CNN.
En su respuesta, con fecha 21 de enero de 2016, el Papa le informó que el Arzobispo de Los Ángeles,
El Pontífice le recuerda que "nuestro Padre celestial" sigue ofreciendo "sus dones de misericordia y amor a todos y cada uno de nosotros".
"Rezo para que a medida que usted y sus compañeros
celebren la apertura de la Puerta Santa, puedan recibir estos dones y
llena de paz y esperanza", escribió el Papa y los alienta a "celebrar
este año pasando tiempo con Jesús en oración, especialmente a través de las Sagradas Escrituras y los sacramentos, y siendo buenos y misericordiosos los unos con los otros".
"De esta manera, la misericordia de Dios se extenderá y Su amor se enraizará más profundamente en ustedes", agregó.
"Sepan que el Papa está pensando en ustedes y reza por ustedes. Y por favor acuérdense de rezar por mí, porque necesito mucho sus oraciones", concluyó el Papa.
Carlos
contó a CNN que en la carta que dirigió originalmente al Pontífice,
pidió "perdón por lo que hice" y tras recibir la respuesta del Papa, ya no quiere poner fin a su vida.
"Me dio mucha esperanza saber que hay gente como el Papa que todavía no ha renunciado a nosotros.
Sé que he cometido errores y he dañado a la gente, pero lo he
aprendido en mis dos años y cinco meses en prisión, yo no sabía que
estaba haciendo daño a otra gente y que también me hacía daño a mí
mismo", indicó el joven.
Ahora está dispuesto a levantarse. Escribió una carta a la familia de la víctima de su delito.
"Les pedí que me perdonen y les dije que no hay palabras que puedan devolver la vida que he destruido, pero espero que un día puedan perdonarme por mis acciones. Quiero vivir la vida que mi víctima no tuvo la oportunidad de vivir y quiero ser bueno", aseguró.
"Les pedí que me perdonen y les dije que no hay palabras que puedan devolver la vida que he destruido, pero espero que un día puedan perdonarme por mis acciones. Quiero vivir la vida que mi víctima no tuvo la oportunidad de vivir y quiero ser bueno", aseguró.
Carlos está asustado con su traslado a la prisión
de Ironwood "porque es una nueva experiencia" pero afirmó que tiene una
nueva fuerza. "Si la sociedad no me perdona, sé que Dios me perdona por mis pecados", dijo a CNN.
Su madre Adriana explicó a CNN que se siente culpable "porque no escuché su grito de ayuda, y no entendía en ese momento que él estaba pidiendo ayuda".
En prisión, Carlos conoció al sacerdote jesuita Michael Kennedy, quien desarrolla un intenso apostolado con los reclusos y fue así que se animó a escribir una carta al Papa.
"Es fácil decir que has cambiado, pero el cambio está en las acciones", sostiene el sacerdote. Carlos "empezó a leer muchos artículos sobre el Papa,
y sintió que era una persona que había transformado su propio ser, y
supo que el Papa tiene un lugar especial en su corazón para los presos".
Este es un extracto de la carta que Carlos escribió al Papa: "Si solo el mundo se llenara con más amor, compasión, perdón y misericordia. Al ser un marginado de la sociedad, quiero que el mundo vea lo que realmente somos, seres humanos que cometen errores como todos. Pero somos capaces de levantarnos de nuevo como un fénix. Algún día seré un líder como César Chávez, Martin Luther King Jr., Nelson Mandela y Malala Yousafzai. Gracias por su amor y su ejemplo misericordioso para todos nosotros".
Este es un extracto de la carta que Carlos escribió al Papa: "Si solo el mundo se llenara con más amor, compasión, perdón y misericordia. Al ser un marginado de la sociedad, quiero que el mundo vea lo que realmente somos, seres humanos que cometen errores como todos. Pero somos capaces de levantarnos de nuevo como un fénix. Algún día seré un líder como César Chávez, Martin Luther King Jr., Nelson Mandela y Malala Yousafzai. Gracias por su amor y su ejemplo misericordioso para todos nosotros".
Carlos sabe que la carta del Papa es un gran
regalo. "Es un mensaje de Dios, que todos somos seres humanos, y nos da
la esperanza de que Dios quiere que todos nosotros seamos iguales, todos
cometemos errores, y podemos levantarnos y continuar", concluyó.
Publicado en Religión en Libertad
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