Hoy quiero ser tu pan

Esta noche quiero ser pan. Estar junto al vino, el cordero, los polvorones. Quiero que me pellizques entre charlas y risas, que me lances a tu cuñado, que me metas en tu boca en mitad de un villancico. Hoy no me voy a quedar esperando a los magos en el portal, quiero acompañarte a la mesa.


Déjame nacer pan, y partirme, y compartirme. Mi destino, desde la noche de Belén, es que me hagas trizas, romperme de amor por ti. Permíteme entrar, crujiente y calentito, en lo más profundo de tu alma esta Noche. Entrar en tu corazón, y amasarlo, enharinarlo, echarle agua, y un punto de sal, usar la levadura y esponjarlo. Déjame moldear tu sonrisa esta Navidad, que me untes de alegría antes de entrar en tu boca y desaparecer.

Esta noche quiero ser baguette, chapata, mollete, barra, molde, centeno... y no, por favor, hoy no me llames pistola. Ayúdame a alimentar a todos con la sonrisa de quien se sabe arropado, calentito, protegido, arropado junto al hogar. Hoy no tendrás que ganarme con el sudor de tu frente.

Pero también déjame que hoy nazca en el hambre de los que no tienen qué comer; en el silencio de los sin voz; en las suelas gastadas de los que huyen y esperan, ateridos de frío y miedo, al borde de nuestras verjas. Sé de lo que hablo, créeme, las cosas apenas han cambiado en dos mil años. Quiero ser esas migajas que vuelan desde la mesa de los ricos al suelo donde malviven los que nada tienen, esos trocitos que sobran y te hacen pensar en los que hoy no comerán.

Déjame hacer pan de ti, y partirte, y compartirte. Y ofrecer tus manos, tu risa, tus ojos, tu esfuerzo por los niños que no tienen qué comer, por los ancianos que no recuerdan quiénes fueron, por las personas que hoy, también hoy, dormirán solos. Quiero que te limpies las manos, y me ayudes a hacer pan. Esta noche, mientras todos duerman, vamos a hacer barras con miga, con mucha miga. Y vamos a alimentar al mundo. Que falta hace.

Por Jesús Bastante. Publicado en Religión Digital