Sé la luz

Soy bastante experto en engañarme a mí mismo. No quiero crecer o cambiar de maneras que duelan. Más a menudo de lo que me gustaría admitir, prefiero una mentira alegre a la dolorosa verdad.

Y es comprensible. La realidad puede ser difícil de sobrellevar.

A veces, miro a mi alrededor y todo lo que veo es oscuridad. Vemos las maneras en las que nos herimos los unos a los otros, nuestros egoísmos y orgullos. No solo lo veo en los demás, está en mi también. No soy diferente.

Estoy viendo el océano de oscuridad del que hablaba George Fox. A veces, me parece que el mundo que me rodea está inundado por él. Puede ser difícil respirar. Me estoy ahogando en él.

Cuando la oscuridad es tan espesa, es difícil creer que hay algo más.

Por duro que sea mirar a mi propia condición caída, y a la de los demás, no puedo dejar de hacerlo. No puedo pretender que no la veo. No puedo quedarme en las mentiras alegres nunca más.

De verdad esto es lo que está sucediendo. Esto es lo que somos.

Y hay esperanza en ello. Porque aunque justo ahora nos hallemos en un lugar oscuro, no nos falta una linterna. La oscuridad no tiene que ser nuestro destino. El mismo llanto de mi corazón me dice que fuimos hechos para más.

Por duro que sea, por mucho que duela, quiero abrazar esta lucha. Quiero llegar a la luz, incluso si quema. Y quiero llevar a otros conmigo.

Sé que no puedo hacer esto por mí mismo. Pero hay un poder que trabaja en mí- en todos nosotros- que puede y que lo hará. Por roto que esté nuestro mundo, sé que Jesús puede sanarlo. No porque yo lo diga, no porque esté escrito en un libro, sino porque Él está vivo y trabaja en el mundo hoy. Él es la luz en la oscuridad.

Yo también quiero ser luz.

Traducido de Micah Bales

Comentarios

Entradas populares