Apóyate firmemente en tus sueños

"Señor, ahora puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque tu palabra ha sido cumplida" (Lucas 2:29)

La canción "Soñé un sueño" (I dreamed a dream) de la obra de teatro "Los miserables" golpeó una tecla todos tenemos sueños. No importa lo dura que sea la vida, volvemos a esos sueños para encontrar nuestro camino hacia el futuro. Un sueño perseguido se convierte en una promesa, y esa promesa se convierte en el mapa de nuestro viaje a través de la vida.
profunda en millones de personas porque

El Cántico de Simeón conecta a Jesús con la antigua promesa hecha a Israel de que Dios enviaría un salvador. Simeón, un anciano, ha esperado durante décadas para ver este día. El Espíritu Santo le reveló que la pobre pareja que esperaba para realizar una ofrenda de dos tórtolas al presentar a su primogénito a Dios llevaba en sus brazos la salvación de Israel.

Simeón vio el sentido de su vida en ser testigo de este momento, y cuando se cumplió, rezó "Señor, ahora puedes dejar a tu siervo irse en paz". Simeón ahora puede morir feliz, porque su sueño se ha convertido en verdad, porque lo que le fue prometido le ha sido dado. Como figura de sabiduría, cumplió lo que el profeta Joel había escrito, que "los jóvenes tendrán visiones y los ancianos sueños". Llevando toda la sabiduría del que ha esperado toda su vida, Simeón pudo tomar el sueño de Abraham y proyectarlo hacia el futuro.

¿No es eso lo que también nosotros debemos hacer? Recordar los sueños que toman forma en nuestras experiencias vitales y, en lugar de dejarlos desvanecerse o rechazarlos como demasiado idealistas, revivirlos como promesas de lo que está por venir. Si la fe significa algo es que Dios es fiel a sus promesas, y así debemos serlo nosotros si queremos completar la trayectoria de nuestras vidas y llevar a plenitud los dones que Dios nos ha entregado.

Apóyate firmemente en tus sueños, porque en ellos descansan las promesas que Dios te está haciendo cada día. Jesús representa la esencia de cómo deberíamos vivir la vida humana. Imitándole (siguiéndole), realizaremos nuestro sentido en la tierra y encontraremos nuestro camino al cielo.

Traducido de Pencil Preaching

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