La fantasía del ideal

Más frecuentemente de lo que me gustaría admitir, he permitido que mis fantasías personales sobre la comunidad perfecta me distraigan de la belleza de la vida real de la comunidad que está justo enfrente de mí. He encontrado que hacer de la comunidad un ideal abstracto es lo contrario al grupo de verdad, de carne y hueso. La comunidad idealizada parece mucho más grande, mucho más pura, mucho más cohesionada y bien definida. Las relaciones humanas reales nunca pueden alcanzar las expectativas de la comunidad imaginada con la que soñamos.

Ni deberían. Nuestros ideales de comunidad son tan atractivos precisamente porque tienen más que ver con nuestros propios deseos y personalidad que con los deseos y la personalidad de los demás. Yo imprimo mi propia imagen sobre la comunidad, imaginando que piensa y obra como yo, solo que ampliada. Mi comunidad ideal adopta toda mi ideología, ama los mismos rituales que yo y se siente llamada al mismo trabajo que yo. La comunidad de mi ideal no es una comunidad en absoluto. Es mi sombra.

Al menos no estoy solo en esto. La proyección de uno mismo en los demás parece ser un problema humano general. Stanislaw Lern expresa el dilema en su obra maestra de ciencia ficción, "Solaris". Él escribe: "No tenemos necesidad de otros mundos. Un único mundo, el nuestro, nos es suficiente; pero no podemos aceptarlo por lo que es".

No hay nada tan seductor como una imagen del mundo que refuerza todo lo que vivimos, sin confrontarnos nunca con la vida de los otros.
Vivimos en una época en la que la fantasía del ideal es posible de maneras nunca antes conocidas. Ya sea en persona u "online", somos libres de completar nuestras vidas con una colección a la carta de subcomunidades. Una podría girar en torno al amor compartido al tenis, otra a la fotografía, o al ajedrez, o a la literatura rusa. La mayoría de nosotros pertenecemos a decenas de comunidades interrelacionadas, cada una de las cuales se focaliza en un particular interés o aspecto de la vida. ¡Qué fácil es, en esta época, evitar el encuentro verdadero con la totalidad de otro ser humano!

Con la posible excepción de la familia inmediata, muchos de nosotros tenemos muy pocas relaciones que nos exijan levantar la carga de los demás- confrontarnos con las maneras en las que los otros no se ajustan a nuestras expectativas, y continuar con la relación de todas maneras. Incluso nuestra comunidad cristiana tiende a seguir la misma tendencia microcultural. Nos juntamos sobre la base de un interés compartido en una particular forma de encontrarnos con Cristo, pero a menudo poco nos sostiene más allá de nuestros ideales proyectados. Cuando se produce un conflicto serio, o cuando se torna claro por cualquier razón que el grupo no cumple con las expectativas individuales, a veces simplemente desconectamos. Decimos: "El grupo de jóvenes es una asociación voluntaria, después de todo y, si no satisface mis necesidades, entonces puedo ir a otro sitio".

Sin embargo, estoy cada vez más convencido de que Dios me está llamando a ser parte de una comunidad que no se "disuelva", por así decir, cada vez que me haga sentir incómodo. Debemos formar una comunidad auténtica, holística, en la que nos confrontemos con las vidas reales de los otros. Quiero conocer verdaderamente a los demás y ser verdaderamente conocido, aunque esto inevitablemente destruya mis proyecciones y fantasías sobre como debería ser la vida. Cuando las relaciones se vuelven desordenadas y mi primer instinto es correr, necesito una comunidad que no me deje abandonarla.

En esta era de individualismo sin precedentes, es una elección radical la de unirse incondicionalmente los unos a los otros. Sin embargo, cuando examino la sabiduría de las Escrituras y el anhelo de mi corazón, creo que este es el trabajo que estamos llamados a realizar como seguidores de Cristo resucitado: vivir juntos como un solo Cuerpo, unidos no en nuestras fantasías sobre la comunidad perfecta, sino por el impresionante amor y poder de su Espíritu en medio de nosotros.

Tomado de: www.lambswar.com, con adaptaciones