V siglos de Reforma protestante (II)
Las 95 tesis de Lutero causaron una gran conmoción y que traducidas
al alemán lograron una amplísima difusión. La prédica de indulgencias
fue denunciada ya anteriormente por el teólogo inglés John Wiclef
(1320-1384) y también por el teólogo y filósofo checo Jan Hus
(1369-1415) que cuestionaron los abusos que su práctica originaba.
El conocido humanista, filósofo y filólogo (1466-1536) próximo a la
"Devotio moderna" y ordenado sacerdote de los Canónigos Regulares de
San Agustín en 1490 envió una carta a Lutero en la que le decía, entre
otras cosas: "No puedo describir la emoción, la verdadera y dramática
sensación que provocan".
Y cuando, un poco más tarde el elector de Sajonia Federico le preguntó a Erasmo
su opinión sobre Lutero, le respondió con una sonrisa: "Nada me extraña
que haya causado tanto ruido, porque ha cometido dos faltas
imperdonables: haber atacado la tiara del papa y el vientre de los frailes".
Católicos y luteranos intentaron traer a su causa al humanista
Erasmo de Rotterdam pero él no cayó nunca en la trampa. La Iglesia lo
acusó con una frase célebre: "Usted puso el huevo y Lutero lo empolló",
a lo que el teólogo respondió con la no menos conocida ironía: "Sí,
pero yo esperaba un pollo de otra clase". Los seguidores de Erasmo
pretendían renovar la vida espiritual y ejercieron notable influencia en
la primera mitad del siglo XVI. En España concretamente el avance del
erasmismo se frenó cuando la Inquisición interrogó en 1533 a Juan de
Vergara, amigo personal de Erasmo y experto en lenguas clásicas.
Aún en la misma Roma las tesis de Lutero no fueron recibidas tan mal
como pudiera pensarse. Cuando el censor del Vaticano, Silvestre
Prierias, aconsejó al papa León X (1513 a 1521) que le declarase un
hereje, el Papa replicó: "Este hermano, Martín Lutero, tiene un grande ingenio, y todo lo que se dice contra él no es más que envidia de frailes".
21 a 26 abril 1518. Así las cosas, el Papa León X envió una carta a Gabriel de la Volta, general de los Agustinos en Alemania, pidiéndole que pusiese fin a esta controversia y que reprendiese a Lutero.
Se propuso entonces una reunión en la Universidad de Heildelberg (la
más antigua de Alemania). Allí se le dio la oportunidad de presentar
una defensa de sus tesis, para cuyo fin Lutero preparó 28 propuestas que
llamó "Paradojas", apoyándose en la Biblia y en las enseñanzas de
Agustín de Hipona. En vez de condenar a Lutero, la impresión que causó
en Heidelberg fue muy favorable.
Martin Bucer, representante de la Orden de los Dominicos (OP),
escribió: "Lutero posee una gracia muy especial para responder a las
preguntas que se le hacen, y también una inalterable paciencia para
escuchar... y como ya dijo Erasmo, habla con libertad y sin
pretenciones". Bucer era un teólogo dominico que tras
conocer a Martín Lutero en 1518 anuló sus votos monásticos y comenzó a
trabajar en favor de la Reforma siendo excomulgado. Poco a poco Lutero
fue ganando simpatizantes que vieron en él un estudioso de las Escrituras y no simplemente un rebelde.
Pero sería Silvester Mazzolini dominico italiano confesor del Papa,
el primer teólogo "campeón" del Romano Pontífice que en sus escritos
atacó públicamente las doctrinas de Martín Lutero, apoyando la condena
de Joham Maier Eck contra el monje agustino. Lutero respondió a los
argumentos de Mazzolini y ambos publicaron réplicas manteniendo una
controversia regular entre ellos.
La primera reacción del Papa fue la de hacer comparecer a Lutero entre los años 1518 y 1519 ante eminentes teólogos
siendo el primero de ellos el dominico italiano Sylvester Mazzolini.
El Papa envió también una carta a Gabriel de la Volta, general de los
Agustinos en Alemania, pidiéndole que pusiese fin a esta controversia
reprendiendo a Lutero. En 1518 Lutero se había incorporado a
Universidad Witemberg y fue emplazado para ir a Roma donde sería
juzgado como hereje, pero él apeló al Principe Federico III de Sajonia
"el Sabio" (1486-1525), y el juicio fue realizado en territorio alemán
el 12 octubre 1518 en la ciudad de Augsburgo ante el cardenal
Tomás Cayetano un dominico italiano profesor en las Universidades de
París y Roma, que fue General de la Orden.
En 1519 el teólogo escolástico alemán Johann Maier von Eck (1486
-1543), profesor en las Universidades de Heildelberg, Tubinga, Colonia y
Friburgo de la que llegó a ser Canciller, fue considerado como un
baluarte del catolicismo que defendía las Indulgencias, el pontificado y
rechazaba la teoría de la "justificación por la fe" de Lutero a quien
llegó a denunciar en Roma solicitando fuese condenado y excluido de la
Iglesia Católica. Entre el 4 y 8 julio 1519 se produce un debate entre Johann von Eck y Lutero en Leipzig.
La contribución de Lutero a la civilización occidental se consideran más allá del ámbito religioso.
Sus traducciones de la Biblia ayudaron a desarrollar una versión
estándar de la lengua alemana y se convirtieron en un modelo en el arte
de la traducción y el desarrollo de la lengua. Desde entonces, Lutero
declararía que la Iglesia Romana necesita de una "reforma". En 1520,
Lutero completó el ciclo de su ruptura con Roma al desarrollar sus ideas
en tres grandes «escritos reformistas»: "Llamamiento a la
nobleza cristiana de la nación alemana", "La cautividad babilónica de
la Iglesia" y "Sobre la libertad cristiana", siendo la primera la más
conocida. Resumimos ahora brevemente contenido de estas tres obras
claves.
Inspirado en Ulrich Hutten, caballero y humanista- imbuído de una
especie de protonacionalismo alemán, Martín Lutero escribe el
"Manifiesto a la Nobleza Cristiana de la Nación Alemana" (1520) donde
aborda la Reforma del Estado Cristiano que llamaba a la independencia
de Alemania tanto del Imperio de Carlos V como del Vaticano. Procuró el
apoyo de autoridades civiles y comenzó a enseñar el "sacerdocio
universal de los creyentes", que tiene a Cristo como "único Mediador
entre Dios y los Hombres" y la "autoridad exclusiva de las Escrituras",
en oposición a la autoridad de Papas o Concilios. Convierte de esta
forma a los príncipes, el poder y la fuerza política, en defensores de
la "libertad cristiana".
También afirmaba que todos los cristianos eran el "estado
eclesiástico", que las diferencias sólo son de función, y que el
bautismo hace a todos los cristianos sacerdotes. En su obra "Sobre el
Cautiverio Babilonico de la Iglesia" (1520), ataca el "sacramentalismo de la Iglesia", diciendo que en las Sagradas Escrituras solo se distinguen dos sacramentos: El Bautismo y la Cena del Señor (Eucaristia).
En el otro libro "Sobre la Libertad Cristiana", presento un estudio
sobre la ética cristiana basada en el amor. Martin Lutero iba obteniendo
gran popularidad entre el pueblo, y también considerable influencia en
el clero. Tuvo también una importante acogida el "Pequeño Catecismo"
publicado en 1529.
Lutero defendía con energía sus opiniones en debates universitarios
públicos en Wittenberg y en otras ciudades ya explicitando su doctrina
sobre la gracia divina y los sacramentos admitiendo solamente el
Bautismo y la Eucaristía. Todo ello provocó una investigación por parte de la Iglesia romana
en la que el Papa acudió al protector de Lutero, el príncipe Federico
III de Sajonia "el Sabio" para alcanzar una solución pacífica. Lutero
llegó a enviar una humilde carta al Papa y componer un tratado
demostrando sus respetos a la Iglesia católica. Carta que nunca fue
enviada porque no contenía ningún tipo de retractación.
Las investigaciones terminaron con una bula del papa León X "Exsurge Domine" (15 junio 1520) que de momento no condenaba la doctrina de Lutero.
Este plazo terminó el 10 diciembre 1520, día en el cual Lutero quemó una copia de la bula,
junto a varios volúmenes de derecho canónico, en el puente de Elster de
Wittenberg. La pira fue una respuesta a la previa quema de libros de
Lutero realizada por el teólogo católico Johann Eck en varios lugares de
Alemania. Hoy un roble señala el punto, en las afueras de la puerta de
Elster, donde Lutero quemó públicamente la bula papal en 1520.
Por Saturnino Rodríguez. Publicado en Religión Digital
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